martes, 28 de julio de 2009

El transporte en Argentina: problemáticas

El transporte en Argentina padece graves problemas que se vienen arrastrando por décadas: los servicios ferroviarios de pasajeros del conurbano generan gravísimos incidentes; las autoridades deben disponer restricciones al tránsito de camiones de carga en los períodos de recambio turístico a fin de minimizar la trágica estadística de accidentes; prolongadas demoras o la anulación de los servicios aéreos, etc.


El papel del transporte de cargas y pasajeros es fundamental como parte de la infraestructura económica: determina la localización de los asentamientos urbanos, de la producción de bienes y servicios, y relaciona los mercados regionales con los nacionales e internacionales.

En síntesis, el transporte tiene la capacidad de vertebrar la estructura territorial. Mas aún, cuando el sistema de transporte corresponde a un país con un desarrollo geográfico muy extenso.

Todos estos elementos, pueden ayudar a explicar los profundos problemas estructurales que arrastra nuestro país desde hace más de un siglo: desequilibrios regionales, modelo agroexportador, concentración de la población en un puñado de áreas urbanas, bajos niveles de productividad global, etc. El esquema, en lugar de integrar, aisló las regiones.

Desde mediados de los ´70 hasta la actualidad, la infraestructura del transporte se caracterizó por ausencia de inversión y deterioro generalizado del stock existente. Los factores fundamentales fueron sucesivamente: la crisis fiscal de los ´80 y el retiro del Estado en los ´90, como concepto central de política económica.
Repasando los números resulta asombroso que el sistema de transporte no llegara a colapsar y por ende colocar al país en riesgo de paralizarse.
Esto no sucedió porque a pesar de las largas distancias predominantes en Argentina, el grueso de transporte de cargas se realiza por medio de camiones, que no pueden desarrollar las velocidades para las que están construidos y que no pueden salir a las rutas cuando existe una saturación de otros vehículos. En otras palabras, la necesidad de transportar la producción de las empresas, derivó hacia inversiones del sector privado, con gran ineficiencia:

“Se estima que más del 80 % de las cargas que recorren el país lo hacen en camión a través de la red de rutas nacionales y provinciales; un 8 % de las cargas son transportadas en ferrocarril, distribuyéndose el 12% restante entre el modo fluvial y el aéreo. Sin embargo, la topografía fundamentalmente plana del territorio, las grandes distancias a recorrer y el tipo de carga predominante, admitirían la posibilidad
de una asignación modal más eficiente, en beneficio del transporte fluvial o ferroviario.” 
(Plan Estratégico Territorial, Avance 2008 del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, página web del Ministerio, pág. 54).

En un país de extensa llanura y largas distancias, el predominio del transporte en camiones es irracional: “Transportar una tonelada de granos unos 500 kilómetros cuesta por kilómetro, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario:
en camión: 7 centavos de dólar 
- en ferrocarril: 2 centavos de dólar
- por vía fluvial: 1 centavo de dólar.”. (Suplemento Cash-Página 12; 16-03-08).
No es una cuestión de competencia sino de complemento. Debe maximizarse la eficiencia de cada tipo de transporte según la distancia y geografía de la región.


Pero no solo hay irracionalidad en el transporte de cargas. Así como las cargas ferroviarias fueron captadas por el camión, el transporte ferroviario de pasajeros fue sustituido por el ómnibus que elevó la polución en las ciudades y contribuyó al riesgo de accidentes saturando las rutas.

Las condiciones analizadas en Argentina de deterioro y déficit de la infraestructura de transporte son visibles en la comparación internacional.
En los distintos países del mundo, ya sea por geografía o niveles de desarrollo, se destaca al menos una de las formas de transporte. Esta tendencia tiene como única excepción el caso de Estados Unidos, donde sobresalen todas las formas de transporte.
En los países de largas distancias sobresalen los aeropuertos. En los de distancia intermedia y baja sobresales las redes viales y ferroviarias. En cambio en Argentina, todas las formas son relativamente débiles y no existe una forma de transporte con infraestructura sobresaliente como en los otros casos.

Para el año 2009, se planteó un programa de transporte que aún no se concretó, planificando el desarrollo de los corredores bioceánicos de la franja norte, centro y sur del país, con pasos cordilleranos a las diferentes latitudes. La razón es que el comercio mundial ya se ha orientado de manera plena hacia el Pacífico, y Argentina construyó su infraestructura ‘mirando’ solo hacia el Océano Atlántico.
Uno de los problemas más serios a resolver para el futuro inmediato de Argentina en materia de transporte, es cómo hacer llegar con eficiencia (rapidez, seguridad y costos) las cargas a los distintos puertos chilenos.

Sin embargo, es urgente mejorar las distintas formas del transporte (recuperación, sistematización, complementariedad, cuellos de botella, etc.) teniendo como único objetivo el equilibrio regional.
Para ello es imprescindible reunir tecnología, financiamiento, regulación y coordinación. Esto es lo que no se hace. En la medida que no exista una definición de objetivos en materia de transporte a mediano y largo plazo, aunque mejoren las cuestiones regionales, la comparación internacional de la infraestructura de transportes seguirá siendo desfavorable para Argentina.

FUENTE: Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires, RePro Suplemento 114: Informe Económico de Coyuntura- El transporte en Argentina. (resumen)

http://www.cpba.com.ar/Biblioteca_Virtual/Publicaciones/Informes_Coyuntura/2009_El_transporte_en_Argentina.pdf

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